La Autoestima es el conjunto de creencias, percepciones, evaluaciones y pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos.
Sin embargo, muchas personas desconocen que están teniendo una baja autoestima porque no saben identificar los síntomas de este problema frecuente.
Dudar todo el tiempo de mis capacidades para alcanzar mis metas
No expresar mis opiniones o preferencias por miedo a ser rechazada.
No sentirse merecedora de las cosas buenas de la vida
No esforzarse por lo que deseamos, simplemente porque “sabemos” que no lo vamos a conseguir.
Sentir que familiares y amigos no te reconocen lo suficiente.
Atribuir a causas externas los logros (la suerte) y a causas internas los fracasos.
No poder acabar lo que se empieza debido a la falta de motivación para alcanzar el objetivo.
Estas son solo algunos de los síntomas que puedes estar padeciendo cuando tienes tu autoestima baja. Pero más allá de cómo esté tu autoestima hoy en día, es una obligación ocuparnos de ella.
Quien no trabaja en su fortaleza mental y espiritual, más tarde o más temprano, sufrirá las consecuencias del descuido. Si deseas evitar esta situación, lo único que debes hacer es poner en práctica la siguiente rutina de “pensamiento” que te ayudará en el proceso.
1. Deja de machacarte
Tenemos que ser realistas tanto con nuestras virtudes como con nuestros defectos. No somos perfectos, pero la intención no es serlo. El objetivo es ser feliz. Así que para lograrlo debemos aceptar las cosas que no hacemos tan bien y aprender de ello. Y por supuesto, no restarle importancia a las cosas que sabemos hacer bien, sino valorarlas cómo se merecen.
2. Empieza a pensar en positivo
Cambia tus pensamientos. El ”no puedo” por “voy a intentarlo”, “voy a tener éxito” “me va a ir bien”. Parece un tópico pero forzarse un poco a mirar las cosas buenas de la vida nos puede ayudar a salir de la dinámica negativa.
3. Ponte metas realistas
La forma más simple de ganar motivación es ponernos metas alcanzables, que requieran un esfuerzo para ser concretadas, pero que este esfuerzo no sea tan difícil cómo para hacer la misión imposible.
4. No te compares
Cada persona es un mundo y tú eres el dueño del tuyo. Céntrate en ti. En tu vida. Envidiando e idealizando la vida del resto lo único que conseguiremos es sentirnos desgraciados. Todos tenemos algo bueno que aportar, y de nosotros depende encontrar el camino indicado.
5. Acéptate y perdónate
Así como en el tercer pilar de los 5 Pilares del Éxito aceptar nuestras virtudes y entender nuestras derrotas es fundamental para aumentar tu autoestima. Los errores no están para alejarnos de nuestros sueños, sino para señalarnos el camino, ¡no los desaproveches!
6. Trátate con cariño y respeto, ¡siempre!
Eres lo mejor que te ha pasado, así que demuéstratelo. Todos los días, en cada momento de tu vida y de tu conversación interna, no te olvides que debes tratarte tan bien cómo sea posible y siempre es posible tratarnos súper bien.
7. Agradece
Cada noche, antes de dormir, tómate un tiempo para agradecer todas esas cosas y personas que hacen tu vida mejor. Si no agradecemos lo que tenemos, difícilmente podamos seguir consiguiendo lo que deseamos.
Agradecer nos transporta a una tierra de abundancia, donde sabemos que todo es posible, que todo es real y que todo está simplemente a un deseo de distancia.
Espero que estas palabras te sirvan para trabajar en esa parte tan importante de nuestro ser y que tanta influencia tiene a la hora de perder peso y alcanzar el estilo de vida que tanto soñamos.
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